¿Cómo elegir una mochila de hidratación?
Las mochilas son muy prácticas en MTB, no solo para transportar fácilmente reservas de agua o de comodidad, sino también para llevar pequeñas herramientas y kits de reparación. Existen diferentes tamaños y precios. Por esta razón, es primordial estar bien informado sobre los criterios principales de elección antes de comprarte una.
Cada práctica tiene su propia mochila de hidratación
Tal y como sabes, dependiendo de la práctica, elegiremos una bolsa más o menos grande. En competición de cross country, recomendamos optar por una mochila pequeña, muy compacta y ligera de menos de 10 l de capacidad. En general, podrás integrar una bolsa de agua de 1,5 l, tu smartphone, las llaves y unas cuantas herramientas.
- Para los amantes del senderismo, las mochilas de hidratación con una capacidad de entre 10 y 30 l serán suficientes dependiendo de la cantidad de cosas y materiales que vayan a transportar. Podrás llevar tu bolsa de agua, las herramientas, una chaqueta impermeable o cortavientos, etc.
- Las mochilas de más de 30 l están más bien pensadas para los aficionados a la fotografía (para almacenar con seguridad los objetivos grandes). El espacio disponible será suficiente para llevar una tienda de campaña y un saco de dormir, pero el peso global de la mochila será más grande.
Elementos diferenciadoras según el tipo de mochila de hidratación
- Una buena ventilación en la zona de la espalda es un verdadero punto a favor de tu mochila. Esto evitará que transpires excesivamente durante tus salidas y te permitirá mantener la comodidad incluso cuando hace calor.
Existen diferentes tecnologías dependiendo de las marcas (Camelback, USWE, Salomon...) y de los modelos de mochila. En la gran mayoría de los casos, unas piezas de malla sirven para que la mochila esté ligeramente separada de la espalda y favorezca el flujo de aire. - El tamaño de las bolsas de agua varía de un litro a más de 3 según los modelos. Las bolsas de agua se pueden comprar por separado lo que te permitirá elegir el tamaño que mejor te venga o sustituir una bolsa usada.
- Es importante visualizar la bolsa de agua en su conjunto, su calidad global de fabricación (resistencia, calidad de los plásticos empleados), pero también elementos más precisos como la pipeta o el tamaño de abertura de la bolsa (si es grande, podrías meter cubitos de hielo y limpiarla más fácilmente).
- El número de correas varía según las mochilas, pero recomendamos que al menos tenga dos puntos de ajuste (en la zona del pecho y en la parte inferior del vientre) para que la mochila se quede en su sitio, incluso cuando los caminos son muy caóticos.
- Algunas mochilas tienen correas exteriores que permiten sujetar tus protecciones (rodilleras, coderas o cascos) en la parte trasera de la mochila, sin que te molesten en las subidas.
- Para los ciclistas que quieran una mayor protección, algunas marcas ofrecen protecciones dorsales integradas, incluidas en la compra de la mochila u opcionales. Esto puede ser muy interesante para los amantes del descenso o freeride que no quieran acumular muchas capas diferentes. Su comodidad y su rendimiento serán por tanto mejores.
- Otra buena característica es un forro impermeable para cuando llueve, incluso si tu mochila ya es impermeable, ya que la humedad podría penetrar en el interior. Algunas mochilas tienen una capa impermeable desplegable que permite mantener la mochila totalmente seca.
- ¡Queridas mujeres ciclistas, no os olvidéis elegir una mochila adaptada a vosotras! Algunos fabricantes como Camelback ofrecen versiones con un corte femenino.